"Casa en las montañas Fuchun"
Huang Gongwang (1269 - 1354)
Huang Gongwang (1269 - 1354)
Los chinos tienen tres influencias espirituales básicas: taoísmo, budismo y confucianismo.
A pesar de que las formas degeneradas del taoísmo y del budismo hacen pensar que no tienen mucha diferencia con el confucianismo, lo cierto es que son completamente opuestos, ya que el taoísmo, en particular, se trata de seguir la espontaneidad de la vida, el famoso "fluir del tao".
En cambio, el confucianismo promueve la represión de lo espontáneo en pro de una vida altamente ceremonial reglamentada, atada al pasado, con total falta de espontaneidad y una notable ausencia de la naturaleza en su doctrina.
Taoísmo y confucianismo no pueden ser más contrarios.
Lo cierto es que China tuvo su edad de oro arquetípica cuando el taoísmo se impuso durante la dinastía Tang, y siempre ha sido así en general: cuando el espíritu de lo libre se impone por sobre el espíritu de lo tradicional, ritualístico, doctrinario.
Claro, hay que diferenciar "libre" y "espontaneidad" de "anarquía", "caos", "libertinaje", etc.
Quizás podría decirse que una edad de oro - sea individual o social - se origina en la espontaneidad que surge del acercamiento a la naturaleza.
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