jueves, diciembre 26, 2019

El Cotopaxi






Eramos inocentes, Martha, y no lo sabíamos

Entonces
Ilumbisí era verde, verde,
muy verde

Y los árboles altos,
altos

Y la música, y los amigos
reían

Y la casa era blanca
como el Cotopaxi

Y el Cotopaxi era el cielo, Martha,
el cielo

Afuera la luna en la escarcha
Y la noche y las chispas y el fuego
Y el latido de los descubrimientos

Eramos mágicos, Martha,
y no lo sabíamos
porque la inocencia no sabe que es
blanca como el Cotopaxi,
Martha,
como el Cotopaxi

Mirábamos sus nieves lejanas
y decíamos:

“Será nuestro testigo”
“Será eterno”

Eramos mágicos porque éramos inocentes, Martha,
inocentes
Porque la inocencia es mágica

Y reías

Y las ausencias se fueron

expandiendo

hasta que las cartas

se hicieron

silencio

Y lo distante se hizo

eterno


El Cotopaxi, Martha, el Cotopaxi


A Martha Ruiz Torres, en el día de su viaje







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