jueves, febrero 12, 2015

Equilibrio y corrupción en el campo económico


Respuesta en Facebook sobre los extremos económicos y la corrupción
 
Hay un principio esotérico relacionado con el budismo según el cual hay sólo dos estados posibles: el equilibrio o el desequilibrio.
Y está relacionado con el budismo por aquello de "la vía del medio"
Una vez perdida esa "via del medio", el desequilibrio tenderá a ir a los extremos, dice la ley.
Entonces tenemos, en el campo económico, este asuntito del capitalismo salvaje, por un lado, y de la dictadura estatal, por la otra.
¿Es posible un equilibrio en este campo?
En todas partes veo que los de derecha e izquierda tienden a los extremos por esa falta de equilibrio. O todos iguales cobrando lo mismo o se pisan la cabeza compitiendo.
Tanto uno como otro han probado ser destructivos, y ambos por la misma razón: la corrupción.

En China, Mao implementó algo que se llamó "el tazón de hierro", esto es, que te garantizaban no sólo el tazón de arroz hicieras lo que hicieras, fueras un vago total o un trabajador obsesivo. De hecho, no sólo el arroz, sino también el empleo para toda la vida, el bienestar social, la vivienda y la educación.
Esto falló por la corrupción de la gente: simplemente, se volvieron ineficientes. ¿Para qué esforzarse si tenías tu vida marcada y protegida? El control del estado sobre un individuo, y en realidad, cualquier forma de control, es agobiante y apaga la creatividad.

Esto por una parte. Por otra, el capitalismo salvaje es corrupto en sí mismo. por definición. No necesita ejemplos. El buscar el dinero por el dinero, ya es corrupción.

Así que hay un punto intermedio entre ambos, el punto donde la libertad personal no solo no afecta negativamente a la sociedad sino que la beneficia por su creatividad, y por consiguiente, el individuo es protegido por esa misma sociedad.
Esto es algo que que sólo puede suceder en ausencia de corrupción.
Y ese equilibrio es extraordinariamente exquisito, por eso es que me parece que el conjunto de países que generalmente figuran en la punta de los índices de corrupción y bienestar económico a la vez, me parezcan los verdaderos revolucionarios en este momento de la historia.
Han logrado todo lo que las revoluciones marxistas prometieron y no cumplieron, y al mismo tiempo han zafado de las trampas del capitalismo salvaje. A un suizo, finlandés, neozelandés, etc no le vas a ir con ningún tipo de populismo, por decir algo.
Están casi perfectos en todo, y para mí, eso es revolucionario.

¿Por qué no nos fijamos en ellos, por qué no aprendemos de ellos?
Esa es la pregunta.
Es que es nuestra actitud de no aprender de los que hacen bien las cosas, y hasta mejorarlo si es posible, es de locos.

Siguiendo con el asunto de la competencia que están discutiendo, creo que podemos resumir en que si la competencia es "contra" otros, tiene un espíritu corrupto. Ahora, si es una competencia respecto a uno mismo, a mejorar lo propio, ya deja de tener ese espíritu.
En ambos casos, lo esencial es estar libre de la ambición.
Sería hacer las cosas bien por que sí, porque eso es lo que debe de hacerse en forma natural, como cepillarse bien los dientes y "competir" en hacerlo mejor cada día.
Pero como vemos, si esto se cumpliera a niveles globales, ya estaríamos hablando de la civilización de bodhisattvas del futuro.

Mientras exista la corrupción, los controles exhaustivos se imponen, y asimismo la educación no competitiva, antagónica, contra otros.

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