Respuesta en un diálogo sobre percepción, donde algunas personas insistían en que la percepción pura de los hechos se basa en no nombrar las cosas.
A ver, yo cuestiono eso de ver los hechos sin nombrarlos, etc.
A veces pareciera que existe una imagen de lo que es la percepción. Es como si existiera una observación realizada por un robot o una máquina fotográfica que registra las imágenes, los sucesos, sin interferir en absoluto.
Si así fuera la percepción entonces precisamente esas máquinas serían iluminados supremos.
Pero no funciona así en el ser humano. La percepción de los hechos en nosotros adquiere otras características que simplemente quedarse con los hechos sin nombrarlos, como si no estuviéramos allí.
Existe esa visión descarnada de los hechos sin dejarse hipnotizar por las palabras, claro, pero hay más que eso.
Eso es sólo una parte.
Existe también (o es lo mismo) un contacto vivo con los hechos, algo muy difícil de expresar bien.
Hay algo diferente cuando un ser vivo percibe y cuando una máquina percibe; es esa sensibilidad que añade algo a la percepción en sí.
Es esa sensibilidad la que dice "esto es bello" cuando algo es bello y "esto es horrible" cuando algo es horrible.
Las máquinas no pueden hacer eso.
Es a eso que Pablo se refiere cuando dice que "nos quemamos". Las máquinas no pueden sentir que se queman, pueden registrar las llamas, etc pero no sentir ese dolor.
Esa idea que anda flotando por ahí, no sé si de la mano de Tolle, de Feldman González o de algún otro boludo, de que la percepción es algo tan pero tan imparcial y que no "califica" nunca las cosas ni como bellas ni feas, ni como altos ni bajos, ni nada, es totalmente falsa y he visto chicos que han sido llevados al borde de la psicosis por tomarlo en serio.
Eso es la negación de la sensibilidad.
Está la percepción de la realidad con la mente, pero por decirlo de alguna otra manera, también está la percepción con el corazón.
No hay división entre ambas, pero a fin de comunicarnos, lo tengo que decir así.
Muchas veces las respuestas a un problema vendrán de la percepción "del ojo", es decir, por ver un hecho sin más. Como ser, los problemas prácticos. Pero otros problemas se deben ver con la piel quemada, por decirlo así. Con el fuego en el pecho del que hablaba K, la pasión.
El dolor nos diferencia de las máquinas y esconde el secreto de muchas cosas. El corazón gusta naturalmente de lo bello, sabe naturalmente qué debemos hacer, escapa de lo horrible y entiende la poesía.