OVNIs sobre la Casa Blanca en 1952.
Uno de los eventos más espectaculares
y al mismo tiempo inexplicables para los escépticos,
mantiene su misterio hasta hoy.
Uno de los eventos más espectaculares
y al mismo tiempo inexplicables para los escépticos,
mantiene su misterio hasta hoy.
Respuesta algo extensa a un comentario en otra nota en relación a los OVNIs que, creo, merece su propia nota.
Comentario:
Pero si se fija, usted también está proyectando sus fantasías, por ejemplo la de que son "seres inimaginablemente inteligentes".
Para viajar en naves espaciales no hace falta ser "inimaginablamente inteligentes", el boludo ser humano ya lo hace -y sólo 65 años después del avión de los hermanos Wright- :D
Cuando uno conoce a
una persona recibe múltiples impresiones de ella; están las
impresiones visuales, auditivas... es decir, las impresiones
provenientes de los sentidos. Pero... esto es todo?
Existen otras
percepciones sobre esa persona que al momento pueden – o no – ser
conscientes.
Es decir, captamos
mucho más de lo que creemos. Y esto sucede porque nuestro cerebro
funciona de una manera bastante similar al resto del cuerpo... ¿de
cuántas funciones corporales somos realmente conscientes? Aceptamos
fácilmente que la fisiología es algo que “nos sucede mientras
hacemos otra cosa” pero no estamos tan dispuestos a pensar lo mismo
respecto a nuestro órgano con privilegios especiales, el cerebro.
Pretendemos que nuestro consciente es mucho más omnisciente de lo
que es realmente.
Así entonces,
cuando nos presentan a alguien, la radiografía que hacemos es mucho
más profunda de lo que nosotros mismos creemos. Si tales
radiografías no se hacen conscientes al momento, luego intentarán
pasar al ámbito consciente vía sueños.
Pero muchas veces
esas impresiones sí pasan directamente al consciente, sobre todo si
la persona está atenta, sensible. Generalmente ese fenómeno es
llamado “primera impresión”. Por supuesto, también existen las
falsas primeras impresiones que no son más que proyecciones del
pensamiento.
¿Cómo podemos
diferenciar a la verdadera primera/profunda impresión de las
proyecciones?
Hay maneras.
La primera es que
las proyecciones están precargadas con nuestras viejas y conocidas
emociones. Al ser una proyección surgida de nuestros depósitos
tela-de-arañosos, tienen un aroma ya conocido. A veces incluso ya
hemos arrojado la misma proyección sobre otras personas.
Pero la percepción
real de alguien diferente viene acompañada del aroma de lo nuevo. Y
esto sucede invariablemente, porque no hay dos personas iguales.
Puede que una
persona sea similar a otra y rápidamente asimilemos la imagen
guardada del primero sobre el segundo... el fenómeno es igual: las
impresiones ya conocidas, respiramos de nuevo el viejo aroma.
Pero el
descubrimiento total de alguien nuevo nos empapa de descubrimiento.
Y mientras más
exótica sea la persona que acabamos de conocer, más diferentes
serán las sensaciones. No será lo mismo conocer a un vecino del
barrio que a alguien que se hizo una choza en la Antártida y vive
allí hace 30 años.
Y aquí llegamos al
punto... ¿qué se puede decir de seres que ni siquiera provienen de
la Antártida sino de muchísimo más lejos?
La persona que pasa
por una verdadera experiencia Ovni entra en un completo estado de
shock. Es un shock que sólo los años van equilibrando. No hay que
confundir a estas personas con aquellas que viven tratando de
comunicarse con los E.T. Estamos hablando de la persona común que se
topa con algo extraordinario. Los perseguidores de Ovnis ven Ovnis
hasta en la sopa y no se trauman demasiado ya que, vean realmente un
Ovni o no, están tan precargados de imágenes al respecto que de
todas maneras proyectan sus contenidos sobre lo que están viendo,
así que al final poco importa lo que haya sucedido en verdad.
La diferencia entre
aquellos que han pasado por una experiencia Ovni real difiere
profundamente de aquellos que pasaron por una experiencia real pero
esperada, y sobre todo de aquellos que confundieron a un satélite
con un Ovni.
Parte de las
percepciones múltiples que ocurren en los segundos o minutos que
dura la visión, suben a la consciencia gradualmente, en días,
meses. Esas impresiones, al no ser producto de nuestro depósito de
recuerdos, tienen esa frescura y la revolución de lo absolutamente
nuevo.
Es un viento que por
primera vez entra a nuestra casa.
Y una de esas
impresiones es que ellos son inimaginablemente inteligentes y
compasivos. Que es inútil que tratemos de imaginarnos la magnitud de
sus mentes, de su tecnología, sus motivaciones, etc.
En todos los
sentidos somos similares al canario enjaulado que ve pasar por la
ventana, muy alto y muy lejos, a un jet.
Ante este hecho de
la vida hay que ser muy humildes.
Es algo que nos
coloca en nuestro verdadero lugar en el cosmos.